viernes, 19 de agosto de 2016

No les matan los bombarderos, les mata nuestra indiferencia



No les matan los bombarderos, les mata nuestra indiferencia 


Jueves 18 de agosto de 2016, otro día que marca la triste historia que se escribe con sangre inocente, el día donde lamentablemente un niño perplejo e incapaz de reaccionar se vuelve viral.

Se llama según todos los medios internacionales y mundiales, Omran Daqneesh y a penas tiene cinco añitos de edad y toda una corta vida llena de guerras, tanto así que queda inmóvil ante lo que quizás para él sea su pan diario.

No he podido detenerme de enviar mil bendiciones para él y todos los que como él están en medio de esos conflictos, pero más me he cuestionado en mi conciencia con sentimientos cruzados de tristeza, coraje, rabia e impotencia que hacemos el resto del mundo para evitar que éstos abusos continúen.

No se como los supuestos "líderes" mundiales pueden llamarse "embajadores de paz" y reposar sus cabezas sobre sus almohadas en las noches mientras niños como Omran Daqneesh solo conocen de reposar las suyas sobre tierra para no ser alcanzados por las balas.

Con perdón lo digo, somos nosotros con nuestra maldita indiferencia que activamos los gatillos enemigos, somos nosotros los ingratos que no alcanzamos a tener misericordias para con ellos, somos nosotros con nuestros pensamientos los que pensamos que eso es al otro lado del mundo y "nada" podemos hacer, que poca moral tenemos, que poca lealtad de principios tenemos, pues somos parte de ello y podemos crear conciencia universal para que no se continúe avivando los sueños de los que solo desean con avaricia gobernar ara sumir a los pueblos en ése mismo dolor.

Tenemos en nuestras manos la acción pero preferimos cambiarla por nuestra indiferencia.

¡Cobardes! Cuán cobardes somos,cuán  mediocres de pensar en ocasiones preferimos ser con nuestro actuar.

Aleppo, Siria ha sido una ves más el canal que la vida nos presenta para que de una ves y por todas aprendamos sobre la ratificación de principios, sobre la nobleza, sobre la caridad, pero sobre todo de la vergüenza universal que estamos perdiendo, no podemos continuar siendo una humanidad insensible, incapaz de salir a nivel mundial a las calles a protestar por qué más niños como Omran Daqneesh sean librados de éstos horrores.

Así que la próxima ves que escuche a alguien decir que eso es al otro lado del mundo y poco se puede hacer, le recordaré que ha sido con su pensar el dedo acusador y asesino de miles de inocentes de las llamadas "guerras santas", que ha sido el dedo señalador y acosador de aquellos niños como Omran Daqneesh y su familia que no tienen tan siquiera reacción ante el dolor, QUE NOS MATE LA CONCIENCIA.

Espero que nos mate y nos consuma poco a poco la conciencia, porque realmente quien diga que nada puede hacer es un cobarde cuya poca visión en la vida le hace ser parte del problema y no de la solución mundial.

TODOS estamos llamados a actuar y a ser parte de los cambios, todos estamos llamados a ofrecer a niños como Omran Daqneesh un mejor mañana, y eso lo lograremos cuando a nivel mundial nos LEVANTEMOS en una sola voz para decir BASTA YA, lejos de iglesias, religiones, credos, clases sociales, etnias, lejos de TODO eso que es parte del dedo detonador de bombas.

Recuerden: A niños como Omran Daqneesh y sus familias no les matan los bombarderos, les matan nuestra indiferencia.

Peter Pantoja Santiago 
Juncos, Puerto Rico

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