miércoles, 1 de julio de 2009

Cuando el patriota se olvida de su patria

Hoy miércoles 1ro de Julio de 2009, a las 4:00 PM, después de haber cumplido mi jornada laboral, y estar en la quietud del hogar, he reflexionado sobre un excelente correo enviado por un pensante de justicia, y que al leerlo desde el Móvil me llevo a crear éste título de ésta entrada.

Desde Argentina el joven Juán Ignacio Elizondo del Blog de Joe Cuervo Boca en Blogspot, en un intercambio de ideas me ha llevado a reflexionar en lo que trataré de plasmar en ésta entrada de mi Blog.

Realmente existe un punto medio en todo, pero en ocasiones todos hemos traspasado ese punto medio ya sea por justicia o por incumplimiento en soberbia. Aquí es cuando realmente entramos a otro nivel en el cual tenemos que encontrarnos con nosotros mismos y ver hasta donde se puede llegar, siempre y cuando no se pierda el curso, cosa que sucede cuando no se acepta se haya pasado ese punto intermedio.

Vivimos mundialmente muchas guerras, muchas crísis, la economía, la sociedad, el icumplimiento de nuestros políticos (ése si es nuestro pan diario), contiendas, racismos, indiferencia, insensibilidad, crueldad, pobreza, contaminación en todos los sentidos, en fin todo lo consecuente cuando nos olvidamos de saber vivir.

Se ha perdido el norte, se han perdido las visiones de aquellos que a diario enfrentaban con valentía el camino cruel y hacían de su sendero uno de justicia real, de virtud de saber llevar los pasos para bien y no para pisar a nadie.

Dijo un excelente patriota Puerto Riqueño: “Aquel que no está orgulloso de su origen no valdrá nunca nada, porque empieza por despreciarse a sí mísmo” (Don Pedro Albizu Campos) y es una realidad que me acompañará hasta el último de mis días.

Cuando un patriota se olvida de su patria tiende a hacer del errar su pan de vida diario, la virtud de ser patriota la entierra con sus principios y convicciones, y no le importa destruir con soberbia lo que otros han construido con sacrificio y entrega genuina.

Patriota es aquel que busca el bien común de su patria a base de esfuerzos en común, respetando el ideal y la opinión de todos aquellos que se expresan aunque ésta no le sea siempre la de mayor arraigo.

Es triste observar que nuestra humanidad muchas veces no busca crecer sino alejarse del camino y depositar las culpas sobre otros, por no tener la capacidad moral de colocarse en pié si ha caído y aceptar su error y levantarse para continuar haciendo lo que debió hacer desde el principio.

Pero no podemos depositar nosotros como pueblo la responsabilidad sobre nuestros “gobernantes”, porque para ser patriota tenemos que ser pueblo, y el pueblo eres tú y soy yo, y como parte de él es nuestra responsabilidad hacer y definir los puntos clave para que se respeten nuestras opiniones y la voz sea alta y clara sin ofender ni herir a nadie, simplemente con igualdad y derechos de por medio, recordando siempre que nuestros derechos comienzan donde culminan los de nuestro prójimo.

Patriota, no, el patriota no hiere a su patria aunque ésta muestre signos de crueldad o desigualdad por causa de los que les dirigen.

Patriota, no, el patriota no pinta al óleo sangriento las calles con el dolor, no es aquel que se expresa causando lágrimas del semejante.

Patriota, no, patriota no es aquel que sale corriendo a buscar apoyo en actos vandálicos que laceran el pueblo y cuna que les arrulló.

Patriota, no, patriota es aquel que en tribuna y podio ataca en lo moral a su contrincante, sabiendo que de igual está catalogado al momento de lanzarle el lodo.

Como dice Dani integrante y vocalista de la agrupación musical Española “Son del Cajón” en uno de sus temas que tanto me gusta escuchar “Imaginate” que nos habla de imaginarnos que los Payos y los Gitanos vivan en igualdad y que el racismo ya no impere, y que fuéramos todos hermanos y no existiera la mala fe y que fuera la vida como dijo Dios, semejante a ese paraíso que nos prometió, ya no lloraríamos por ningún amor…

…Realmente digno a escuchar, porque ese amor puede ser por nuestra patria, por ese tierra que nos vió nacer y que tanto amamos, por la cual nuestro corazón cuando estamos ausentes de ella late mas fuerte cuando la extrañamos, pero no somos capaces de defenderla alzando la voz de frente y sin miedo de la conciencia patriótica, aquella que no hiere, no ofende, aquella que hace de sus días un esfuerzo común para que no caiga, para que se levante de los suelos cuando la han lanzado por causa de los políticos o de nosotros mismos por no saber cuidarla o darle el valor que se merece.

Patriota es aquel cuyo corazón va más que comprometido por la vida sin dudar ni un instante que cada momento vale oro para alcanzar las metas y realizar los sueños, que no se puede construir arruinando a otros, que no se puede edificar y disfrutar de un río si causamos un mar de llanto y dolor de aquellos que nos rodean, que no podemos lograr ver el camino cuando el odio hacia otras naciones va de nuestro lado, que no se puede hablar de “justicia” cuando las bombas matan cruelmente por “cuestiones políticas’, que no se puede pretender ser mejores seres humanos obviando el dolor que padecen otros, que no podemos hacernos de la vista larga cuando en realidad no estamos siendo patriotas porque no hacemos nuestra parte.

Suena complejo, ¿no?, pues lo es.
En lo complejo es que aprendemos a dar valor a lo sencillo de la vida y no dar mas vueltas a aquello que está en nuestras manos por hacer y no lo hacemos.

Cuando el patriota se olvida de su patria es cuando se viste de sangre las calles, cuando no existe el respeto por la vida, cuando no se respeta la voluntad del pueblo que grita a desesperanza no a los ataques o contiendas, cuando nos olvidamos de ofrecer la mano a el que lo necesita, no somos perfectos, cometeremos errores hasta el fin de nuestros días, pero cuando nuestro corazón es limpio y lleno de visión de vida, y sabe respetar todo cuanto se nos enfrenta en la vida, aprendemos a cambiar y a erradicar esos errores, a mejorarnos a nosotros mismos y en buscar cada nuevo día ser mejores personas, y cuando eso sucede, nos enfrentamos a el más alto nivel patriótico, es cuando dejamos huellas desde antes de pisar.

Cuando el patriota se olvida de su patria, es cuando tú y yo debemos estar para recordárselo.

“Cuando la tierra que te vio nacer llora lágrimas de sangre por causa del dolor que les causan sus hijos, debemos autoevaluarnos y observar en nuestro interior cuanto estamos haciendo para sanarla” (Peter Pantoja Santiago)


Autor: Peter Pantoja Santiago

(Juncos, Puerto Rico)

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