viernes, 9 de octubre de 2009

Honor a la humildad el Premio Nobel de la paz al Presidente Barack Obama




Sin duda alguna una, noticia que gratifica el alma de aquellas personas humildes, sensillas y nobles de corazón.

Se sienta un nuevo precedente en la visión mundial de libertad y democrácia universal, el Premio Nobel de la paz recae sobre uno de los mejores presidentes de toda la actualidad.

Escribió la hisotoria con tinta de libertad al ser otorgada la encomienda de llevar las riendas de los Estados Unidos de América como el primer presidente afroamericano, sin duda alguna un grito en la justicia social de una nación aún marcada con absurdos esteriotípos racistas.

Bararack Hussein Obama muestra que cuando se tiene el coraje y la valía para amar a su gente más allá de líneas partidistas o imposiciones sociales, se puede colocar en alto la bandera de la igualdad.

Este momento nuevamente histórico no es un acto político, es un acto de vida, de todo el proceso existencial que no debe ser obviado, es asociar la capacidad de aceptación de aquellos líderes que mundialmente buscan la igualdad en los derechos, la justicia social y la mano extendida para levantar y no para juzgar o señalar.

Dijo Don Martin Luther King "Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano".

Hoy Estados Unidos vive su esperanza, vive su génesis, reciben en sus manos el fruto de antepasados que con sudor y lágrima no desmayaron, no dudaron ni un instante en que se podía llegar a la meta.

Obama ha logrado recapacitar a una patria carente de esperanza, con éste Premio Nobel de la paz asume un nuevo rol en la democrácia estadounidense, en la visión mundial sobre el servicio de entrega por una nación y más allá, hace de una potencia mundial la tolerancia y el respeto su base principal para poder llegar al máximo galardón de la paz.

Sus manos representarán a millones de familias alrededor del mundo cuando pase a recoger la distinción, puestos los ojos en todo cuanto resta por realizar en benefició de una nación y de un mundo, su voz se convertirá en la voz de nuestra sociedad, pero todos conocemos que no es trabajo de uno, de un solo par de manos, es nuestro compromiso, de todos aquellos que creemos en la justicia social universal.

Busquemos ser partícipes del triunfo que no representa solo a demócratas, sino a todo aquel cuya visión surge de unas convicciones de justicia e igualdad, cuando ésto suceda, comprenderemos en que consiste la paz universal.

Peter Pantoja Santiago
Puerto Rico

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