Título: Cuando el dolor une a las naciones
Como puertorriqueño jamás pensé sentirme tan avergonzando e indignado como ciudadano y como persona debido a la rampante ola criminal que aqueja a nuestra isla.
El pasado domingo 24 de junio nuestra isla despierta con la noticia de un intento de robo mediante "carjacking" donde le dispararon a un jovencito holandés, la noticia saltó nuevamente las alarmas sociales y de "seguridad" de nuestro país, el joven estudiante de 17 años Stephano Cornelis Steenbakkers Betancourt quedaba en estado crítico tras recibir el impacto de bala cuando asaltantes trataron de detener el vehículo que conducia de regreso a su hogar.
Esta noticia durante los siguientes días llenó mi corazón de indignación porque con profundo dolor tengo que reconocer que no despertamos decentemente ante una problematica social, de pueblo, porque Puerto Rico, es decir, nosotros como ciudadanos despachamos nuestra responsabilidad ciudadana a los ineptos políticos.
No es custión de los ineptos políticos o del trabajo ineficiente que actualmente situa la seguridad de nuestra isla como una de las peores a nivel mundial, es cuestión de dignidad, convicciones, una verguenza que en una país donde hay más iglesias por pie cuadrado en el mundo, no tengamos la resposabilidad ciudadana de aceptar que no estamos haciendo lo que nos corresponde, soy creyente, pero esto no se trata de quien crea o no, esto se trata de que los habitantes de este tierra caribeña no estamos siendo capaces de trabajar unidos para lograr erradicar este mal de la criminalidad.
Aquí los criminales campean por el respeto, los jueces y fiscales nos roban las esperanzas en ocasiones en este podrido, lacerado y hundido sistema judicial y gubernamental, pero de todo ellos somos responsables en gran manera nosotros como puertorriqueños, porque les estamos legando sangre y espada, balas y violencia a nuestros hijos, porque estamos anteponiendo principios tan grandes ante la mediocre política, porque nos importa más como ciudadanos el voto que dar la cara, de salir de las cuevas, de las iglesias, de las escuelas, colegios, universidades a decir Basta Ya, porque apoyamos momentaneamente iniciativas y luego les damos la espalda, porque ya el miedo, horror y temor que nos invade es tan grande que nos paraliza, porque ya tenemos miedo y terror a salir con nuestras familias porque no sabemos si hemos de regresar vivos a nuestros hogares o lo que es peor que al egresar nos encontremos con que han escalado y hurtado lo que con tanto sacrificio hemos conseguido.
Porque el pueblo se ampara en la política y no en la realidad de actuar, porque las iglesias predican y sermonean pero muchas veces no actuan con presencia, porque nuestra patria se desangra y se nos hunde, porque no estamos haciendo lo que nos corresponde.
Como puertorriqueño, al momento de redactar esta nueva participación, recibo la triste noticia que un joven trabajador y gerente de un restaurant en mi pueblo, que crecimos y estudiamos en la edad temprana unidos, ha sido la nueva víctima de la ola criminal siendo baleado en la cabeza por los asaltantes, de esto es que se trata, de que no hay respeto hacia la vida, que estamos en el peor nivel en que un país se pueda proyectar a nivel mundial que de ser la isla del encanto ahora seamos la isla del espanto, que ya no es seguro.
Yo como ciudadano, como persona sentí en mi corazón el poder gritar y desahogarme a través de las redes sociales, y este fue el sentimiento que con perdón y respeto salió:
"...STEPHANO CORNELIS STEENBAKKERS BETANCOURT (JOVENCITO HOLANDÉS BALEADO EN INTENTO DE ROBO) PERDÓN A NOMBRE DE LOS PUERTORRIQUEÑOS QUE AÚN TENEMOS CONCIENCIA MORAL, PERDÓN PORQUE AUN AQUÍ EN PUERTO RICO TENDREMOS DEUDA DE GRATITUD QUE AÚN CAUSANDOLES ESTE DOLOR HAN TENIDO LA INTEGRIDAD DE DONAR TUS ÓRGANOS Y QUIEN SABE SI ALGÚN PACIENTE DE AQUÍ SEA EL RECIPIENTE, PERDÓN PORQUE NO SE SI HAYA ALGUIEN COHERENTE QUE EN MEDIO DE ESOS MOMENTOS DE DOLOR ESTE SOLIDARIO, PERDÓN Y QUE EL PUEBLO DE PUERTO RICO SEPA QUE SI NO SOMOS CAPACES DE REACCIONAR Y QUITARNOS LA MALDITA VENDA POLITICA DE LOS OJOS, OTRAS FAMILIAS SUFRIRAN ESTE DOLOR QUE HOY LOS DE HOLANDA SUFREN, SIMPLEMENTE PERDÓN Y DESCANSE EN PAZ OTRO INOCENTE MÁS Y A SU FAMILIA PERDÓN A NOMBRE DE LOS PUERTORRIQUEÑOS CON CONCIENCIA".
No se, si hayan personas que no comprendan la gravedad del asunto, a lo difícil que nos estamos enfrentando como puertorriqueños, que ya no representa seguridad el criar en Puerto Rico, que estamos como ciudadanos permitiendo que la criminalidad nos gane terrenos, que no estamos construyendo puentes de dignidad para que nuestros niños puedan transitar, porque estamos permitiendo que como siempre la mediocre e inepta politica de todos nuestros partidos sea la que juegue con la vida y la calidad que podamos tener, porque co dependemos de ellos y como tontos no nos percatamos que somos y estamos siendo marionetas en sus manos.
¡Basta ya!, Puerto Rico despierta, somos todos responsables, este joven y su familia encontraron en nuestra isla la esperanza de un futuro, delegando en nuestro sistema, en nuestros colegios, en nuestros deportes, arte y cultura su fe, y hoy lloran la triste noticia de saber que su hijo perdió su vida por causa de un criminal que cobardemente situó su dedo en un víl gatillo para hurtar lo que con trabajo y sacrificio otro trabajó.
Puerto Rico, estaremos siempre en deuda moral con esta familia de Stephano Cornelis, con la de José Ortiz Rivera, con la de tantas otras víctimas inocentes, pero sobre todo, como puertorriqueños quedará en nuestra conciencia si seguimos siendo cobardes y ciegos ante la triste realidad o si nos atrevemos a dar el paso de paralizar este podrido, lacerado e inepto sistema y exigir más y también nosotros hacer lo que nos correponde.
Cierro con un proverbio holandés: "No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse molinos".
Peter Pantoja Santiago
Juncos, Puerto Rico
Enlaces sobre el joven Stephano Cornelis:
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