sábado, 8 de junio de 2013

...Hoy es un buen día para escribir.

...Hoy es un buen día para escribir.

No comprendo cuando la vida da sus vueltas y nosotros sin desearlo continuamos observando cuantas cosas suceden alrededor nuestro y sin responsabilidad alguna, no hacemos nada porque algo pueda cambiar.

Nos amparamos en el conformismo barato de este Siglo, como si todo fuera o mejor dicho, tuviece que ser así, cuando el realidad tu y yo sabemos que algo puede llegar a cambiar.

Nos pensamos que todo es fiesta y vacilón, aceptamos con una tonta y absurda resignación que nuestras calles se pinten de rojo, con la sangre de nuestra juventud, nos escondemos tras los velos de las iglesias sin recordar que aún en aquellos tiempos de Jesús, ese velo fue rasgado.

No deseamos quitarnos la venda de los ojos y ver que nuestro entorno se desmoraliza con nuestra ineptitud ciudadana en saber reaccionar y en saber actuar con conciencia, liberando los temores y los miedos que se infunden para tenernos presos de nuestra ignorancia como ciudadanos y políticos, “líderes” religiosos, empresas, compañías público privadas nos manejen como absurdas marionetas sin sentido común o mente que sepa reaccionar o actuar por sí misma.

Lo peor, infundamos cobardía adulta a nuestros niños y niñas, después nos quejamos porque van a su propio ritmo y sin freno por la vida, donde la avaricia es más importante que la actitud de ser buenas personas, donde los padres y madres del Siglo 21 solo les importa cubrir sus carencias internas con darles a sus hijos e hijas “lo mejor” cuando en realidad solo les dan sus malditas sobras del poco tiempo, valor ó estima que ellos merezcan, donde el egoísmo les gana y se lo inyectan vía corazón a sus hijos e hijas para que crezcan pensándo que ellos solo deben enfocarce en si mismos sin mirar al lado, les siembran el prepotísmo, egocentrísmo, envídia y hasta el esteriotipar a quienes tienen su edad pero son de niveles o estatus diferentes.

¿Hasta donde puede llegar nuestra propia ignorancia?, ¿Que precio estamos dispuestos a pagar porque esto continue como va ó al menos se haga el intento de que algo cambie?.

Fomentamos que el consumismo barato se emplee y endiose en las mentes de aquellos que van creciendo, olvidando que una palabra, un gesto, una caricia, un concejo, una reprensión, pueden hacer la diferencia del hombre o la mujer del mañana.

Les inculcan erróneamente sus carencias como adultos y se las dejan reflejadas en sus pequeñas mentes, sin crearles responsabilidades genuinas a las cuales se enfrentarán en la vida, se piensan que con “látex” estan educando y en lugar de ello solo entorpecen el magnífico proceso de la creación que se debe llevar a su tiempo, luego nos quejamos cuando vemos en las calles y en nuestros países tanto maltrato a menores que fallecen víctimas inocentes de madres y padres irresponsables por herencia y cómplices de la desinformación y desvalorización humana.
 
No nos importa que nuestra niñez hereden solo complejos, amnivalencia, egocentrismo en que tiene que tener lo mejor en todo, cuando en realidad en su interior no tienen nada, son tristes vidas vacías sin rumbo por la vida que en ocasiones som impulsadas a las calles, a los vicios, a las drogas, porque solo aprendieron a dar valor a lo material antes que a lo personal.

Se les inculca el odio hacia los hijos e hijas de aquellos o aquellas que quizás como adultos no pudieron resolver indiferencias, siendo cómplices de la maldad humana.

¿Cuando nos atreveremos a enfrentarnos cara a cara con nuestra nefasta realidad como pueblo?, ¿Cuando vamos a reaccionar que hay que olvidar credos y respetarnos más si nos decimos llamar cristianos?, ¿Cuando vamos a actuar y dejar de ser partícipes de los que callan injusticias solo por colores o partidos políticos o credos religiosos?, ¿A caso se nos ha olvidado que todos habitamos este mismo planeta?.

No puedo dejar de pensar en cuan hipócritas somos cuando deseamos “la paz del mundo” y “que no haya más hambre en África” y somos incapaces de voltear la cara de frente al deambulante que día a día observamos en la calle, del vecino o la vecina que pasa necesidad, cuanta hipocresía, cuanta falsedad, si solo nos basta unos segundos para actuar y mirar con compasión al necesitado.

Sirve para dar a manos llenas integridad y caridad, no para sumergir más a nuestros pueblos en la miseria callando injusticias.

...Hoy es un buen día para escribir, hoy es un buen día para desahogar el alma, hoy es un buen día para encararme frente a el espejo de la vida y preguntarme: ¿estoy realmente aportando en la sanidad del mundo o simplemente soy parte de los que se deja arrastrar por la ola a conveniencia o como marioneta sin sentido común?.

Hoy y siempre serán días buenos para escribir, quizás me mate la intolerancia a lo injusto, quizás se desgaste mi espíritu por ver que todo es una "cotidianidad" completamente falsa y pasajera, pero no puedo callar mi voz interior que día a día me invita a reevaluarme, a reinventarme, a saber que falta tanto por hacer, pero en ocasiones en mi humanidad me pienso solo en el camino, porque tanta vagancia existencial me vuelve al desaliento que transmite esta sociedad.

Alguna ves dije que te mueres intentando lo que tanto anhelas, pero nunca dándote por vencido.

“Vive cada día como si fuera el último”, que frase tan inconclusa, hasta un poco cutre, porque de nada vale vivir sin intentar abrir brecha, sembrar huella, dejar o legar productividad existencial, vivencias de cambio, cosas grandes no, sino pequeñas cosas que hagan grande el corazón de quien las reciba.

Para tener una generación limpia y responsable, es menester y obligación nuestra lavar nuestro paño antes de tratar de lustrarles a ellos que son el presente, porque por el contrario, continuaremos siendo cómplices de pasar de generación en generación absolutamente nada que no sea lo superficial, lo fácil, aquello que le resto al profesor o a la profesora el derecho genuino de educar con comprensión y no por sueldo, aquello que le resto autoridad de la sana reprensión que no genere la violencia por corregir con amor en el aula de clases o en el hogar, aquello de trabajar unidos con verdad y honestidad.

¿Porqué quejarnos de nuestra sociedad, si hemos sido nosotros mismos los que la hemos podrido y lacerado?.

Oh, pero que mal nos va cuando sabiendo que hay mucho que hacer y por nuestros pantalones no queremos hacerlo porque para eso esta el “político”, el “profesor”, el “Sacerdote”, el “Pastor”, el “Psicólogo o el Psiquiatra”, que ingnorancia, maldita ignorancia que nos ciega y entontece como mulas de carga de esta vida, porque somos nosotros los que habitamos esta sociedad, somos nosotros los responsables de hacer el bien o el mal.

Actuar es como el pensar, gratuitamente se hace.

Simplemente, podemos continuar entontenciéndonos o simplemente ser capaces de cambiar a nuestra sociedad, comenzando con nosotros mismos y con caridad humana, con calidad de personas, porque llegará el día no muy lejano en que se acaben las lágrimas, se apague la luz de la conciencia y no habremos hecho nada por dejar huella.

“Procura ser luz si hay tinieblas, pero también en la tiniebla que nazca tu luz para sacara otros de su absurda oscuridad sin ser partícipes en taparle el faro que les guiaba”.

...Ya lo dije al comenzar, hoy es un buen día para escribir, siempre en mi vida habrá un instante para escribir.

(Peter Pantoja Santiago)

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