jueves, 12 de enero de 2017

¿En que nos hemos convertido? (Crisis de los Refugiados)


¿En qué nos hemos convertido?


(Autor: Peter Pantoja Santiago desde Juncos, Puerto Rico)



Una noche más donde mi corazón se fue lejos, muy lejos, donde mi conciencia divaga entre la impotencia, el dolor y la rabia.


¿En que momento dejamos de dolernos por nuestro semejante?


¿En que momento nos convertimos en ciegos, sordos y mudos ante las injusticias?


¿En que momentos dejamos de ser altruistas, nobles y compasivos?


No puedo dejar de enviar mis oraciones, pensamientos a mis hermanos refugiados, porque son mis hermanos, son de nuestro mundo, de nuestro mismo hábitat.


¿Hasta cuándo la ONU continuará siendo un club social y la Unión Europea un espejismo insensible?


Es verdaderamente indignante que todo esto suceda en éste Siglo no, en cualquiera, es sumamente vergonzoso.


No comprendo como podemos reposar nuestras cabezas sobre la almohada en las noches cuando nuestros hermanos de planeta se encuentran pasando frío, hambre, dolor, enfermedad, carencias básicas como lo son un baño, un retrete, una ducha, no dejo de pensar en ello y mi corazón produce amargas lágrimas.


Nos hemos convertido en un mundo completamente insensible, en grupos supuestamente humanitarios y en realidad son solo fachas y clubes sociales.


Yo soy creyente, pero no puedo pasar por alto mi indignación con los credos universales, todos aquellos que predican del amor, la paz y el extender la mano al semejante o prójimo, no puedo parar de preguntarme; ¿dónde rayos están?


Iglesias, Capillas, Parroquias, Catedrales, Centros Cristianos, sin importar nombres ideológicos, si no somos capaces de voltear nuestra mirada hacia esos refugiados, somos semejantes o peores que aquellos que no le ofrecieron posada a quien creemos en aquella noche fría y solitaria allá en Belén.


Que resuene nuestra conciencia, que se estremezca nuestro ser, que tiemble nuestra alma, que se haga eco en nuestra existencia, que si no somos capaces de unirnos como pueblo mundialmente hablando para solucionar crisis humanitarias como la de nuestros refugiados, somos cómplices, CÓMPLICES, por cada muerte inocente seremos vilmente cobardes, porque hay tanto, tanto por hacer, si nuestra voz se uniera en un solo grito, las naciones se estremecerían y la mezquindad de quienes cometen esos crímenes, se desvanecería 


¿Porqué no somos capaces de ver la realidad?, ¿porqué no somos conscientes en unir esfuerzos de lucha?, ¿porqué no podemos aceptar que aún en la distancia nuestra voz tiene más peso y valor que las balas, cañones, fusiles o tanques de guerra?


¿Es que acaso nos hemos convertido en momias estáticas incapaces de reaccionar ante las verdaderas injusticias de este mundo?


“Si usted baja en su lucha por erradicar las injusticias, los que la permiten bajarán en las posibilidades de dejar de cometerlas” (P. Pantoja Santiago)


Las "grandes" naciones son las más cobardes, son aquellas que cruelmente cierran las puertas a miles de refugiados y les dejan en la calle para que mueran de frío, porque la maldita política vale más que la moral y la igualdad.


No podemos anhelar un mejor porvenir si somos almas silentes del presente a la hora de defender el derecho básico de nuestros hermanos refugiados, eso es ser completamente hipócritas.


Son tantas las preguntas que le realizaría a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), tantos cuestionamientos simples y profundos, pero el principal de ellos, ¿en que momento dejaron de sentir compasión por su semejante?


A los presidentes de todas esas naciones donde hay refugiados, solo les dejaría una noche a -22° a la intemperie, sin comida, baño y en una lona como refugio a ver si en algo pueden adoptar la solidaridad con sus semejantes.


¿Dónde quedó aquella frase de somos un solo pueblo?


Dentro del Mandato de la Vision General de la ONU, dice la siguiente frase y cito: 


“En la adopción de las principales decisiones políticas tienen voz todos los países, ricos y pobres.”


Y con perdón y respeto lo digo, ¿dónde a quedado esa voz?, puesto que no solo una carpa o lona es suficiente para nuestros refugiados, no lo es, no es justo cuando ustedes duermen bajo una intensa y satisfactoria calefacción y ellos a más de -22°, ¿dónde queda la igualdad para los pobres y necesitados en emergencias que tanto pregonan y predican?


Realmente no dejo de preguntarme, ¿en qué nos hemos convertido?, en una civilización completamente insensible, falta de compromiso social, llena de inseguridades en la hora de actuar y hacer lo correcto, carentes de dar pasos de fe para libertar a nuestra humanidad que viven en la opresión, no me lo puedo explicar, si somos más que aquellos que cometen esos crímenes, ¿porque no podemos actuar o es que acaso ya no está en la prioridad humana ayudar a sustentar al semejante?


Benjamin Franklin dijo:


“ La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.”


¿Porqué usted y yo no somos capaces de propiciar esas pequeñas cosas hoy?, ¿porqué no somos capaces de levantarnos como humanidad unida alrededor de nuestra casa grande llamado mundo y hacer valer el derecho de nuestros refugiados?


“Quien no observa con igualdad el rostro de un refugiado en su dolor, jamás ha conocido la virtud de la nobleza” (P. Pantoja Santiago)


Deseo de todo corazón que todos esos "líderes" de la ONU o la UE, no puedan conciliar el sueño, que cada ves que recuesten sus cabezas en sus regazos, se les presente aquellas escenas de esos refugiados muriendo de frío, y para que se puedan familiarizar con su dolor, los rostros que observen no sean los presentados a través de la prensa mundial, sino el de los suyos, que vean a sus hijos, nietos, esposas y esposos, sus padres y hermanos, a ver si son capaces de actuar de una ves y por todas con razón y sentimiento, con cordura y efectividad, porque no se pueden continuar perdiendo vidas de nuestros refugiados, lo mismo deseo para cada ser humano que se diga llamar creyente sin importar su credo o ideología.


Seamos más humanos, más sensibles, más altruistas, menos egoístas y por una ves coherentemente pensemos en nuestros refugiados y no tan solo eso, sino que provoquemos que el mundo se estremezca y no por los sonidos de la bombas, balas o fusiles de guerra, sino por la unidad de nuestras voces a una que grite hasta desgarrarse la tierra “JUSTICIA PARA NUESTROS REFUGIADOS”, sin razas, sin credos, sin posiciones sociales o políticas, etnias, simplemente HUMANOS.


...Todos somos culpables, todos... #refugiados #refugees


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